domingo, 29 de junio de 2008

Confesión asesina.



Verdad desatada como fiera
en los recobecos de las alcantarillas
en busca de ratas frescas para comer.


el fin el comer, sentir en la boca esa sangre
sucia llena de infeccioso placer
colmada de culpabilidad palpitante ,
que repite una y otra vez en un coro casi divino :


"soy de tu propiedad, sacame de este cuerpo"